Las mejoras de taludes laterales incluyen medidas para reducir la pendiente del terraplén o talud del borde de la carretera adyacente a la calzada y también la eliminación de cualquier objeto peligroso que se encuentre dentro de esa área.

La mejora de la pendiente lateral reducirá la probabilidad de que un vehículo se vuelque en choques por salida de la carretera/pérdida de control y también puede reducir la gravedad de este tipo de choques. Generalmente, las pendientes laterales más planas son más seguras. Se considera que una pendiente lateral es transitable si un vehículo errante puede recuperarse y regresar a la calzada mientras mantiene todas las ruedas en contacto con el suelo.

Si la pendiente no puede hacerse transitable y libre de peligros, debe protegerse (por ejemplo, con el uso de barreras de seguridad). En estos casos, se deben considerar las propiedades geotécnicas del material del talud (suelo, roca, etc.).