Una rotonda es una calzada de un solo sentido alrededor de una isla central circular. La entrada a las rotondas está controlada por marcas y señales de "ceder el paso". Los vehículos que ya están en la rotonda normalmente tienen derecho de paso.

Las rotondas causan pocas demoras en los flujos de tráfico bajos a medios y requieren menos mantenimiento que las intersecciones señalizadas.

El diseño geométrico es crucial para la seguridad de una rotonda. Curvas en los accesos para exigir que todos los vehículos reduzcan la velocidad antes de entrar. El diseño de la isla central garantiza que el tráfico se mueva en una sola dirección y que se mantengan velocidades lentas alrededor y en las salidas a la rotonda. En rotondas normales, el radio de la ruta de entrada no debe exceder los 100 m, lo que garantiza que la 'desviación' sea suficiente para reducir la velocidad del tráfico a velocidades seguras.

Las normas que rigen el uso de las rotondas también ayudan a mejorar la seguridad. Los conductores que se acercan a una rotonda deben reducir la velocidad y ceder el paso a los vehículos que ya están en la rotonda, y estar preparados para detenerse.

Como resultado, las rotondas pueden eliminar prácticamente las colisiones en ángulo recto, giro a la izquierda (o giro a la derecha) y de frente, a menudo severas.

Las rotondas son beneficiosas para ayudar a los conductores a adaptarse a un cambio en los tipos de carreteras, marcan el inicio de la circunvalación y sirven como puerta de entrada a las áreas urbanas.

Las rotondas europeas continentales (compactas) con una geometría más estricta y, a menudo, un diseño de un solo carril tienen un buen rendimiento de seguridad.

Un diseño más sofisticado, como las rotondas turbo, puede tener ventajas significativas en términos de seguridad vial y capacidad.

La señalización de rotondas grandes y transitadas puede tener importantes ventajas en términos de seguridad vial y capacidad.

Sin embargo, las rotondas pueden crear barreras para los peatones y representar un riesgo para la seguridad tanto de los ciclistas como de los peatones. Por lo tanto, las rotondas se deben utilizar con precaución en vías transitadas por ciclistas y con un alto volumen de peatones.