La pérdida de control por derrape puede ser un factor importante en muchos choques (especialmente cuando la carretera está mojada). Debe prestarse especial atención a las propiedades de resistencia al derrape de la superficie de la calzada en las zonas en las que se suele frenar, como en las aproximaciones a intersecciones, rotondas, pasos de peatones y en curvas o pendientes pronunciadas.

La resistencia al deslizamiento deficiente puede ocurrir cuando la superficie del camino se desgasta (el agregado se pule) bajo la acción del tráfico, o temporalmente si hay una acumulación de aceite o escombros en el camino o si el drenaje del camino es deficiente. Hay dos opciones principales para el tratamiento de la baja resistencia al deslizamiento:

Retexturizado Este método incluye el retrabajo mecánico de la superficie existente para mejorar sus características de fricción y por lo tanto la resistencia al deslizamiento. Por lo general, implica la eliminación de material de la superficie de la carretera. Los métodos incluyen ranurado con diamante, granallado, abujardado, chorro de agua a alta velocidad.

Renovación de la superficie Estos incluyen tratamientos de superficie delgada de costo relativamente bajo que no solo mejoran la textura de la superficie y la resistencia al derrape de la carretera húmeda, sino que también pueden sellar la superficie contra la penetración del agua y detener la desintegración de la superficie de la carretera existente.

El tratamiento de superficies, por ejemplo, utiliza una emulsión bituminosa que se rocía sobre la superficie de la carretera seguida de una capa de virutas con un alto valor de piedra pulida (PSV).

La superficie de alta fricción (HFS) utiliza bauxita calcinada de grado refractario, un agregado extremadamente resistente (con un alto PSV) que proporciona y mantiene una buena resistencia al deslizamiento. Los sistemas HFS pueden basarse en aglutinantes de resina termoplásticos (en caliente) o termoendurecibles (en frío).

La capa de fricción porosa es una capa de asfalto muy permeable con vacíos continuos para acomodar la escorrentía de lluvias de intensidad baja a moderada. El material mejora la resistencia al derrape a altas velocidades de tráfico, limita las salpicaduras de agua y reduce la posibilidad de aquaplaning.