Cuando se construyen caminos, generalmente es para dar servicio a un uso particular de la tierra, como viviendas, fábricas o granjas. Sin embargo, el uso de la tierra puede cambiar con el tiempo. Cuando las carreteras se utilizan para un propósito para el que no fueron construidas, pueden volverse ineficientes y peligrosas. Incluso los usos planificados de la tierra, como la actividad comercial, pueden crecer más que un sitio y extenderse a la tierra adyacente, incluido el espacio vial.

Los puestos y los vendedores ambulantes pueden causar problemas de seguridad si están demasiado cerca de la carretera. El acceso de vehículos no autorizados entre las carreteras principales y los vendedores puede provocar choques entre los vehículos que entran o salen del área de actividad comercial y el tráfico. Los choques de peatones también pueden ser un problema cerca de dichos desarrollos.

Se debe educar a los vendedores individuales y alentarlos a instalar sus puestos en lugares donde los vehículos puedan salir de la carretera con seguridad, y los planificadores e ingenieros deben considerar la construcción de un área de descanso para este propósito. También se puede requerir una aplicación estricta para evitar que se construyan puestos demasiado cerca de la carretera. Los puestos colocados ilegalmente que crean condiciones de tráfico inseguras deben retirarse lo antes posible y el sitio debe monitorearse para que no se reconstruyan.

Cuando las actividades comerciales al borde de la carretera no puedan reubicarse, se deben formular esquemas adecuados de moderación del tráfico para alertar a los conductores y reducir su velocidad al acercarse y pasar por la sección de la carretera.