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Educación

La educación en seguridad vial puede estar dirigida a niños y adultos e impartirse en muchos contextos, como escuelas, universidades, clubes deportivos y lugares de trabajo. Si bien es importante, no debe verse como la forma principal de reducir los accidentes de tráfico. La evidencia indica que la educación tiene un impacto general limitado en la reducción de accidentes, a pesar de la creencia generalizada de lo contrario.

La mayoría de los programas de educación vial están dirigidos a niños y jóvenes y se imparten en las escuelas.

Sin embargo, el material también está disponible fuera de las escuelas. Por ejemplo, en el Reino Unido club de trafico proporciona una serie de folletos y material de Internet para que los padres los usen con niños en edad preescolar. Este esquema reconoce la necesidad de la educación vial de los niños muy pequeños a través de la participación de los padres.

La educación sobre seguridad vial se puede proporcionar a los niños desde el jardín de infancia/preescolar y continuar hasta el final de la escuela secundaria. Los temas que se cubren dependerán de la edad de los estudiantes y es importante que el contenido sea apropiado para la edad para que los niños puedan comprender los conceptos de riesgo relevantes contenidos en los materiales educativos. Por ejemplo, a los niños pequeños se les puede enseñar a tomarse de la mano con sus padres cuando están cerca de la carretera, a los niños mayores se les puede enseñar a usar cascos de bicicleta y a los adolescentes se les puede enseñar sobre los riesgos de conducir a alta velocidad y bajo los efectos del alcohol, por ejemplo. Se espera que comenzar temprano la educación sobre seguridad vial signifique que estos niños tendrán buenas actitudes y habilidades primero como peatones y ciclistas, y luego, cuando comiencen a conducir.

Se ha investigado mucho para averiguar qué características pueden ayudar a que la educación vial escolar sea más eficaz.

Algunas de las cosas importantes se describen a continuación:

  • Hacer que la educación en seguridad vial forme parte del currículo escolar para que las lecciones continúen a lo largo del tiempo (y no solo se hagan una vez)
  • Proporcionar a los docentes la formación adecuada para que puedan impartir educación sobre seguridad vial.
  • usando lecciones interactivas y dando a los estudiantes la oportunidad de aplicar el conocimiento y las habilidades que están aprendiendo
  • dar a los padres la información que necesitan para reforzar las lecciones que les han enseñado en la escuela
  • alentar a los padres a ayudar al niño a practicar sus habilidades en el mundo real
  • animar a los niños a animar a sus compañeros a comportarse de forma segura
  • asegurar que el personal de la escuela y los padres den ejemplo y no se involucren en comportamientos inseguros (que los estudiantes pueden ver y copiar)
  • introducción de infraestructura (como señales de tráfico o baches en la carretera) y supervisión (como la supervisión de adultos en los cruces de carreteras) alrededor de la escuela para proteger a los estudiantes.
  • Capacitación práctica en carretera en habilidades peatonales para niños pequeños que adopta un enfoque de resolución de problemas, por ejemplo, el programa Kerbcraft en el Reino Unido (kerbcraft.org).
  • Educación continua en seguridad vial a través de las escuelas secundarias, así como en las escuelas primarias.

La educación vial escolar no debe incluir lecciones en el automóvil impartidas por un maestro. La educación escolar sobre seguridad vial tampoco debe incluir lecciones en el automóvil (incluso si las imparte un instructor de manejo calificado) sobre habilidades de conducción avanzadas, como recuperar el control de un automóvil que derrapa, porque se ha demostrado que dicha capacitación aumenta el riesgo del conductor.

Es importante evaluar cualquier programa escolar de educación vial (o cualquier programa de seguridad vial) para determinar si el programa está teniendo algún efecto positivo y si se puede mejorar de alguna manera.

La evaluación en términos de reducción de choques puede ser difícil y costosa, ya que se necesitan muestras y grupos de control muy grandes. Por esta razón, los programas de educación a veces se evalúan en términos de cambios de comportamiento y mejoras en el conocimiento y/o las actitudes hacia un uso más seguro de las carreteras.

Costos y efectividad

Existen numerosos programas de educación en seguridad vial, y se imparten en muchos países y en muchos idiomas. Se encuentran disponibles varios materiales que brindan detalles sobre cómo llevar a cabo los programas, pero las evaluaciones sólidas son escasas. Aunque no todos los programas escolares de seguridad vial han demostrado ser efectivos, las investigaciones muestran que los programas que tienen una estructura clara, se sostienen durante un período de tiempo, se evalúan y brindan habilidades prácticas pueden tener algunos efectos positivos en el comportamiento y las actitudes, lo que puede traducirse en menos choques.

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